Preparativos para la Limpieza y la Desinfección

Los primeros pasos para lograr un tratamiento correcto deben darse ya en el quirófano. Siempre que sea posible, es recomendable retirar la suciedad y los restos de los medicamentos utilizados para la hemostasia y la desinfección cutánea, así como los lubricantes y cauterizantes que se hayan usado, antes de depositar los instrumentos en la bandeja.

Los instrumentos de acero inoxidable no deben sumergirse en ningún caso en una solución isotónica (p. ej., en una solución fisiológica salina), ya que el contacto prolongado con estas soluciones provoca corrosión de picadura y corrosión por tenso-fisuración

Los instrumentos quirúrgicos pueden dañarse si se “sueltan” de forma inadecuada o se dejan caer. Por ejemplo, las puntas de metal duro de las tijeras se pueden desconchar, y las pinzas pequeñas, deformarse. Para evitar este tipo de daños, es preciso colocar y depositar debidamente los instrumentos después de su uso. Las bandejas de instrumentos no deben cargarse en exceso. Los desechos, restos de agentes para la desinfección cutánea, soluciones salinas etc., no deben eliminarse en los contenedores.

En los hospitales que cuentan con un departamento central de esterilización, los productos sanitarios contaminados se transportan desde los quirófanos y estaciones hasta dicho departamento en sistemas cerrados. Siempre que sea posible, los productos deben retirarse secos.

Para el tratamiento húmedo, los instrumentos deben sumergirse preferentemente en una solución de producto desinfectante y de limpieza. Sólo se deben utilizar soluciones sin efecto fijador de proteínas. Deben evitarse los productos desinfectantes con aldehídos, porque tienen un efecto fijador.

Deben respetarse en todo momento las indicaciones del fabricante en lo que se refiere a la concentración y al tiempo de exposición y, dado el caso, a la adición de coadyuvantes de limpieza.

Con ambos métodos de eliminación deben evitarse periodos de espera prolongados antes del tratamiento; no debe transcurrir toda la noche o el fin de semana, por ejemplo, antes de tratar el instrumental, porque ello aumenta el riesgo de corrosión y dificulta la limpieza. La experiencia nos demuestra que, en el tratamiento en seco, se pueden aplicar sin problemas periodos de espera de hasta 6 horas.

Los instrumentos deben colocarse en los dispositivos de limpieza (bandejas, rejillas) en la posición que más favorezca su aclarado.